martes, 25 de noviembre de 2014

Yo estaba allí.

Me llamo Lyha y soy de Irak. Tengo nueve años y acabo de perder lo poco que tenía.
Todo pasó tan rápido, recuerdo ver como mi madre gritaba y lloraba desesperadamente junto al cadaver de mi padre, que había sido disparado por unos hombres que nunca habia visto. En la calle la gente corría asustada, habían heridos y casas en llamas.
Sentí miedo y lo unico que podia hacer, era hacerme 'bolita' en un rincón de la habitación, repitiendo en mi mente que todo iba a estar bien. De repente mi madre entró corriendo y me sujeto en sus brazos, me escondió dentro de un pequeño armario, dijo que no tenia que salir para nada y que pase lo que pase tenia que ser muy fuerte. Me dio un beso en la frente e intento sonreir, pero su mirada explicaba lo destrozada que estaba.
Oí como varios hombres entraban en mi casa y rompían todo a su paso. Mi madre suplicaba que no le hicieran daño. En ese instante se escucho una gran explosión y todo se volvió negro, cerré mis párpados lentamente.
Desperté con heridas por todo el cuerpo, me dolía todo. Camine descalza por lo que antes era mi pueblo, ya no quedaba nada excepto casas destruidas, incendiadas, heridos, muertos por todos lados y niños que buscaban a sus padres entre las ruinas. Todo era un completo desastre. Las lagrimas caian de mis ojos, estaba sola y no entendía que es lo que estaba sucediendo pero tenia que ser fuerte, por mi y por mis padres.
Un señor muy amable me recogió junto con mas niños huérfanos, el pertenecía a un grupo de rescate y decia que nos ayudaría. Ahora ya siento tranquilidad y espero que las cosas mejoren.

"Muriendo, matando, luchando y gritando: Esto no es una guerra.
Mis lagrimas cayeron otra vez ante la dolorosa realidad, dime que podemos cambiar, que podemos cambiarlo Mamá." (88)